CONOCE Y CONTROLA LAS TRES ENFERMEDADES MÁS COMUNES EN LOS CHILES JALAPEÑOS

• Jul. 1, 2021
• Enfermedades

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Conoce Y Controla Las Tres Enfermedades Más Comunes En Los Chiles Jalapeños

 

Para acompañarte en los diferentes momentos de tu ciclo agrícola, no sólo en la elección de las mejores variedades de semillas sino también en la seguridad de tu cosecha, en el blog Seminis de esta ocasión te compartimos información sobre tres de las más importantes enfermedades que afectan a los cultivos de chile jalapeño en México.

 

Marchitez del chile

Su agente causal principal es Phytophthora capsici, un hongo que ocasiona daños hasta en el 80% de los campos alrededor de todo el territorio agrícola mexicano.

 

Entre los síntomas que provoca están el marchitamiento leve de la planta al principio de la enfermedad para luego morir por completo una vez avanzada; causa necrosamiento en forma de una coloración café oscuro en el tallo, en la parte del cuello; hace que en las hojas y ramas se puedan apreciar a simple vista lesiones color verde amarillento que se tornan cafés, y en los frutos forma manchas acuosas color verde cubiertas por el micelio del hongo, que a pesar que parezcan superficiales, causan daño y pudrimiento incluso en las semillas de los chiles.

 

P. capsici tiene una gran velocidad de crecimiento y abundante esporulación; sus esporas sobreviven en el suelo hasta dos años, e infectan las plantas a través de heridas al ser transportadas por el agua de riego y la lluvia. Este patógeno, junto con la enfermedad que transmite, se desarrolla más fácilmente en alta humedad y en temperaturas de 11 a 35 grados centígrados.

 

Además de la rotación de cultivos, otras formas de controlar la enfermedad son la implementación de fungicidas, ya sea en las plántulas o semillas, y eliminar residuos de las cosechas pasadas que podrían contener el hongo. El correcto manejo del agua de riego es el factor más importante para evitar la marchitez del chile, por esto, te recomendamos sembrar en suelos con buen drenaje, nivelar el terreno de siembra y tener un análisis de la cantidad y forma en que regarás tus plantas.

 

 

 

Mancha foliar por Alternaria

 

El hongo fitopatógeno Alternaria spp. ocasiona pequeñas lesiones circulares que primero se aprecian acuosas y luego se tornan de un color café oscuro con bordes amarillentos; estas manchas terminan por cubrir toda la hoja y es donde se producen las esporas que el viento y la lluvia dispersan en los campos.

 

Esta enfermedad puede llegar a provocar una defoliación severa, sobre todo en las hojas basales, lo que deja expuestos los frutos al medio ambiente, reduciendo su calidad y cantidad. También, si el hongo logra llegar a los frutos, les provoca lesiones color negro.

 

Aunque las esporas de la Alternaria pierden viabilidad al entrar en contacto con el suelo, el patógeno sobrevive hasta dos años en restos vegetales, y se pueden diseminar a grandes distancias mediante el viento, la salpicadura de agua de lluvia o riego, e incluso en la ropa y herramientas de quien maneje los cultivos. La enfermedad inicia cuando la temperatura llega entre los 12 y 30 grados centígrados, la humedad es alta, y hay agua libre sobre las hojas de la planta.

 

Entonces, como control de esta enfermedad tenemos que la mejor forma en la que puedes hacerle frente es destruyendo los residuos de plantas de cosechas pasadas que aún permanezcan en los campos o en áreas de manejo.

 

 

Virus mosaico del tabaco

 

Al igual que el virus mosaico del tomate, pertenece al género Tobamovirus, y produce grandes pérdidas en sembradíos a lo largo de toda Norteamérica. Sus síntomas son muchos y variados: aclaración y caída prematura de las hojas, crecimiento deficiente de la planta, clorosis, mosaicos, aborto de flores y frutos, necrosis de las yemas, y deformación de los frutos, los cuales resultan más pequeños que los de las plantas sanas, además de que maduran de manera irregular.

 

Los patógenos pertenecientes al género Tobamovirus son muy estables; sus principales fuentes de transmisión son residuos de plantas infectadas en los campos, donde puede mantenerse viable por varios años, y también el contacto con cualquier objeto que toque estos residuos, como maquinaria, herramienta e incluso el personal que trabaja con las hortalizas.

 

Para controlar esta dañina enfermedad, minimizar la infección y prevenir que se propague, lo mejor es ejecutar prácticas estrictas de saneamiento tanto en los distintos momentos de producción como en la cosecha, por ejemplo asegurar la limpieza de equipo y personal tanto al entrar como al salir de los campos o invernaderos, y deshacerse de las plantas infectadas junto con sus restos.

 

Una solución más para estas tres enfermedades de los chiles jalapeños es utilizar variedades que sean resistentes a ellas desde su genética.

 

Fuente: Seminis

 

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